viernes, 17 de octubre de 2008

LOS TRES ÚLTIMOS

LOS DETECTIVES SALVAJES, de Bolaño.

Después de leer 2666, me he atrevido con una de las novelas anteriores de Bolaño. Hay muchos puntos de contacto entre las dos obras, pero ésta no me ha entusiasmado tanto. Muchas vidas, muchas historias y muchos personajes, pero todos ellos parecen estar movidos por absurdos propósitos, recorren el mundo en busca de fantasmas, huyendo de otros fantasmas y tratando de mantenerse aferrados a un grupo artificioso.


NO MIRES DEBAJO DE LA CAMA, de J.J. Millás

Extraña novela que todavía me mantiene desconcertado. Historias de unos zapatos que cobran vida. Será porque siempre he despreciado mis propios pies y nunca he sabido ver el erotismo que otros atribuyen a esta parte de nuestra anatomía, pero no he disfrutado con esta novela tanto como con otras del mismo autor. Sí resulta interesante hallar en ella algunas de las ideas recurrentes en Millás. Me ha gustado particularmente las escenas de la mujer llamando por teléfono a su padre muerto para dejarle mensajes en el contestador y mantener así la ilusión de poder comunicarse con él.


EL CENTRO DEL AIRE, de José Mª Merino
El pasado y el presente de unos personajes se interrelacionan en esta novela cuyos protagonistas se reencuentran después de muchos años. Las nuevas relaciones que se producen entre ellos no pueden evitar continuar con las inercias establecidas tiempo atrás. Los tres protagonistas inician un viaje para buscar un cuerto elemento del grupo con la esperanza de completar así un proceso inacabado.